Una jueza pide a la Fiscalía denunciar a Alvise Pérez por sus amenazas un día después de citar a Vito Quiles como imputado

La justicia comienza a actuar contra los desmanes legales de la extrema derecha. Este viernes, 6 de septiembre, una jueza de Sevilla ha pedido a la Fiscalía del Tribunal Supremo que se querelle contra el eurodiputado Luis Pérez, más conocido como Alvise, por las presuntas amenazas que el político de extrema derecha habría lanzado contra la magistrada en su canal de Telegram. 

Por su condición de europarlamentario, el agitador ultra goza de aforamiento, por lo que solo el Alto Tribunal puede juzgarle. La jueza, María José Moreno, entiende que Pérez habría cometido un delito de “amenazas y represión a la función jurisdiccional” y pide que sea juzgado por ello.

Esta magistrada investiga al pseudoperiodista Vito Quiles, imputado por haber difamado, presuntamente, al secretario general de Facua, Rubén Sánchez, a quien acusó de extorsión, estafa y de haber realizado amenazas de muerte. Por ello, la jueza sevillana citó a Quiles como investigado y fechó su declaración por videoconferencia para el próximo 25 de noviembre.

El pasado mes de junio Moreno pidió a la policía, por error, el arresto del pseudoperiodista; una decisión que rápidamente corrigió para solicitar únicamente su localización y notificación de inicio del proceso judicial contra él. Una confusión que el líder de Se Acabó La Fiesta (SALF) utilizó para dirigirse directamente a la funcionaria judicial a través de su canal de Telegram, hoy con más de 700.000 seguidores: “Doy 24 horas a la juez para que rectifique el auto de detención de Vito Quiles y diga que es un error y que solo pide averiguar su paradero”, escribió. En el mismo mensaje, aseguró que si Moreno no emitía una rectificación, publicaría “cosas sobre la definición del término soborno”. Unas palabras que la magistrada entiende que podrían ser constitutivas de delito.

Fue el propio Rubén Sánchez, secretario general de Facua, quien recopiló dichos mensajes y los puso en conocimiento de la jueza sevillana. Casi tres meses después, María José Moreno ha decidido enviarlos a la Fiscalía del Supremo para que sean analizados. En el caso de encontrar indicios de delito, los fiscales del Alto Tribunal deberán denunciar al eurodiputado ante la Sala de lo Penal, actualmente presidida por Manuel Marchena.

El aforamiento ante el TS era uno de los grandes objetivos de Alvise Pérez, tal y como anunció durante la campaña electoral de las pasadas elecciones europeas. Tras lograr el escaño,el agitador ultraderechista ha aumentado su presencia mediática y su influencia en redes sociales. En paralelo a su crecimiento en popularidad, el ahora eurodiputado ha reforzado sus campañas de mentiras y difamaciones contra periodistas y rivales políticos y ha azuzado el odio contra la inmigración basándose en bulos. Durante este verano, Pérez ha tenido que borrar o matizar diversos mensajes falsos publicados en sus redes sociales.

Por su parte, el pasado mes de junio, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) declinó dar amparo a Vito Quiles tras unos insultos proferidos por el ministro Óscar Puente al considerarle “un periodista en activo”, sino un político, ya que figuró como candidato en la lista de SALF. La condición de candidato a cargo político es incompatible con la de periodista en activo”, argumentó la FAPE.

Apenas dos semanas antes, la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP) había pedido al Congreso de los Diputados que retirase la acreditación de prensa al pseudoperiodista al considerar que estaba realizando labores de jefe de prensa de SALF, lo que sería incompatible con el ejercicio de la profesión: «Quiles no solo se ha presentado a las elecciones bajo el paraguas de esta agrupación, sino que hay varias pruebas que demuestran que está ejerciendo de jefe de prensa del eurodiputado electo Alvise Pérez«, recalcó la asociación. «No es tolerable que pregunten a parlamentarios, parlamentarias y del Gobierno personas ligadas a partidos políticos, coaliciones o agrupaciones electorales», añadía.